sábado, 15 de mayo de 2010

Venecia

El tren de Florencia a Venecia nos llevo en dos horas y media pasando por bologna, padova e ingresando por una estrecha franja de tierra hasta la ultima estación. La salida fue una sorpresa, honestamente yo esperaba que existiera un servicio de taxis que nos condujera hacia el hotel. No, lo que encontramos fue una estación de Vaporettos o buses acuáticos que tal cual un metro te conduce a estaciones en la ciudad. Nuestro hospedaje se hallaba cerca de la plaza San Marcos, consultamos el mapa de estaciones, preguntamos para estar seguros y compre dos billetes de 36 horas pensando que seria un ahorro magnifico. Tomar el vaporetto nos llevo casi 20 minutos porque el servicio desde esta estación es muy demandado.

Saliendo del tren me aporrié bastante duro una rodilla que me dejo casi imposibilitado, bajarme del bus fue un martirio y llegas a un sitio sin saber donde dirigirte, trate de hacerle una pregunta a un señor que tenía una caseta de suvenires y el hijo de puta me contesto que no respondía preguntas, mas le valió haberme respondido a ese cascarrabias. Ese día volví a sentir la rabia de las maletas, el dolor en la rodilla, el piso irregular, la ofuscación de no saber donde dirigirme, el GPS me mostraba el hotel con instrucciones de tome la calle tal, x metros, y voltee, etc, pero no sabia por donde arrancar. En esas paso un maletero que me dijo que lo esperara lo cual hicimos. Literalmente estábamos a 2 minutos caminando desde el sitio en que esperamos y a menos de 80 metros de la plaza san marcos; la calle de llegada al hotel tendria dos metros de ancho y piensas que a donde diablos te has metido pero la verdad llegamos a un buen hotel. El servicio del maletero fue de 30 euros, 75.000 pesos por acarrear 4 maletas en un carrito. La pieza asignada era tan pequeña que no cabían las maletas y corríamos el riesgo de morir intoxicados por un peo. Pedimos cambio y nos dieron, por el mismo costo, una muy buena habitación, excelente baño (el mejor de todos).

Organizamos nuestras cosas y nos preparamos a disfrutar esta ciudad que prometía bastante.

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