La Basilica de San Pedro y la Ignorancia

¿Por dónde iniciar una visita a Roma?, El Vaticano supone ser la mejor alternativa y nos dirigimos allí previo a haber descargado en el IPOD de Luz un audio guía de los sitios más interesantes de esta ciudad incluido por supuesto la basílica de San Pedro.  Eso es en el mismo centro de la ciudad antigua, construida sobre terrenos que en la antigüedad eran las fincas de los emperadores romanos, en una extensión muy pequeña de terreno producto del pacto de Letrán suscrito durante el gobierno de Mussolini y que redujo este poder a ser uno de los estados más pequeños del mundo, con solo 1.000 habitantes. Te ofrecen visitas guiadas pero  optamos por realizarlo a nuestra manera, amparados en la audioguia que teníamos en nuestro equipo. La fila era interminable pero se movía a muy buen ritmo, total más o menos a las dos horas ingresamos a la Basílica y tomamos otra fila que nos conducía a la cúpula. Subir la primera parte, en ascensor, tenía un costo de 7 euros los cuales pagamos. La vista al interior de la basílica era espectacular y la cercanía con las pinturas y vitrales mucho mejor. Después venia otro ascenso de aproximadamente 320 escalones, súper estrechos, con peldaños irregulares e inclinación en las paredes. Fue agotador y claustrofóbico pero valía la pena por la hermosa vista a lontananza y a nuestros pies.

Cuando bajamos al primer nivel llegamos al interior de la Basílica, las palabras creo no alcanzan a describir la belleza de este sitio, sus altares, la tumba de Pedro,  los vitrales, pinturas dan una idea del poderío de la iglesia católica y los siglos de historia representados en este lugar. Hay una sensación espiritual muy fuerte, dice la tradición que uno debe tocar el pie derecho de la imagen en bronce de San Pedro y pedir un deseo el cual hicimos cada uno de nosotros. En ese momento había una familiar de Luz que necesitaba de esa fuerza espiritual y superior y para él fueron nuestros deseos de que supere esta nueva prueba. Ya a punto de salir y por azar, nos topamos con la Pietá, la maravillosa obra de Da Vinci que en algún momento de finales del siglo pasado fue atacada por un vándalo y reconstruida después de muchos años de trabajo y que ahora estaba tras una pantalla de vidrio. Digo que por azar porque yo no recordaba cual era la morada de esta obra y no habíamos leído nada previamente ni nada nos decía tampoco la audioguia.

Salimos cansados, con hambre y extasiados, ignorando conscientemente el ingreso al museo vaticano.  Almorzamos, me comí una lasaña deliciosa y partimos a conocer el otro icono de roma, el Coliseo. Allí si optamos por adquirir la audioguia oficial del sitio. El Coliseo para mí siempre había tenido muchas incógnitas, no entendía por ejemplo la falta de un piso sobre el cual se hicieran los eventos (la arena), el porqué de su estado ruinoso. Impacta lo magnifico de esta construcción que ha sobrevivido terremotos y siglos de intemperie, nos llama a reflexión conceptos de cultura, tejido social, diversión, estratos, clases representados en esta construcción. Su Ingenieria era magnifica, tanto que ha sido el hombre quien ha destruido el coliseo y por eso hoy lo tenemos así: Sus mármoles, decoraciones, capiteles, estatuas,  se hayan hoy en día en muchas otras construcciones de roma incluido iglesias y basílicas. EL hierro que amarraba las columnas al interior con una exquisita técnica, fue el material con el que papas y cardenales hicieron balística para sus guerras santas. Solo a finales del siglo XIX y principios del XX el hombre fue consciente de su obligación de proteger estos monumentos para la humanidad. Salimos del Coliseo y caminamos toda la zona del Foro romano. Las mejores fotos que tomé en Roma son de esta zona. Fue un día delicioso, cansados por las largas caminadas pero regocijados por encontrarnos en un sitio por donde caminaron papas, emperadores, por la cuna del cristianismo, por asistir al encuentro de lo que fue el imperio mas poderoso de la antigüedad y que aun hoy impacta por su grandeza.