Hoy tuvimos un día bien movido en Paris. En la mañana salimos a buscar el metro rumbo a Montmartre. Lo primero que impacta es empezar a usarlo y digo que impacta pero por lo sucio de sus estaciones, trenes muchos de ellos antiguos, rayados, llenos de grafitis y ausencia de personas que ayuden a ubicar o informar a otros tal como vimos que había en Londres. Pero creo que es fácil de usar, de hecho recorrimos hoy medio Paris en más de 5 líneas diferentes y acá estamos al frente del computador.
Llegar a Montmartre es descubrir un escenario familiar al que cree uno que llega de nuevo y digo esto porque ha sido el ambiente de muchas películas famosas, programas de televisión dedicados al turismo, leyendas, fotos. Familiar también porque su comercio me recuerda a Ayacucho en Medellín, Tenerife o el hueco. Encantadores de juegos de manos que montan un casino con una caja de cartón y engañan a los caminantes, tiendas de suvenires, ruido. La plaza de los artistas en este barrio es maravillosa, oleos bellos, siluetas hechas en dos minutos, dibujantes de rostros, cafés, galerías. Podría uno definir al bohemio como el habitante de montmartre, boina, vino, música, arte y vida.
Visita obligada a las tiendas Lafayette la cual impacta por su magnífica cúpula, sus balcones y aún más por las tiendas que allí exhiben y venden sus productos, todas las grandes marcas del mundo y precios para todos los gustos.
Después visitamos la catedral de Notre Dame. Fachada impresionante, llenas de esculturas representando reyes, la resurrección, ángeles, demonios, rosetas. Esta construcción denota los tiempos de prosperidad francés en el siglo XIV. Monumento religioso que quisiera uno poder evocar bajo la mirada de Víctor Hugo, encontrar a Quasimodo en alguna esquina pensando en su amada Esmeralda.
A pocos pasos de allí encontramos el barrio Latino donde en pequeñas calles se encuentran restaurantes de todas partes del mundo, cafés. Creo que este es el único sitio donde puede comerse barato en parís. Se disfruta mucho caminar sus calles, mirar la exhibición de comida en las vitrinas, la babel de idiomas que escuchas y ese desorden tan latino, tan nuestro.
Finalizamos el día divisando la Torre Eiffel desde el mirador del trocadero. Me emocioné, era un sueño guardado, una imagen soñada y anhelada por siempre. Debiera ambientarse este sitio con música para bailar acompañado de una copa de Champagne.
Unas ultimas ideas de las impresiones de este día.
¿Porque hay tanta gente negra en parís? Hubo un momento en un coche del metro que sentí como si estuviera montándome en un bus en Buenaventura.
Mucho mugre y suciedad en Paris. Triste para la ciudad que recibe más turistas en el mundo.
Y muy mala la atención al turista. En los restaurantes, Brasseries, te atienden mal, se come maluco y es súper costo. No hay derecho.
miércoles, 5 de mayo de 2010
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1 comentario:
Ahhh yson medio racsits por no decr más nadie te habla en ingles, sio purofrances, pero bueno adiverirse con ello. Y el Hotel?? en donde estan? bueno?
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