Iniciamos este crucero con la expectativa enorme de conocer sobre todo algunas de las famosas islas griegas y descansar un poco del trajín de todos estos días. Honestamente yo no recordaba haber adquirido suite en el crucero y esto daba algunos beneficios como por ejemplo haber sido recibido con copa de champaña y canapés antes del abordaje y contar con una habitación más cómoda que las otras que hemos tenido en cruceros anteriores y por sobre todo un baño muy amplio incluida una bañera. Otras sorpresas fueron el de estar en un barco muy pequeño comparado con los que zarpan de Miami y la otra, eso pasa por no leer la letra menuda, el habernos montado en un crucero geriátrico, tanto que nos ofrecieron pases de cortesía para los juegos infantiles.
Yo pensaba en un crucero lleno de tangas, tetas al aire (¿esa es la fama en el mediterráneo, o no?), sol, clima un poco mas primaveral, en cambio las tangas son calzones bordo de olla, tetas no al aire sino al piso, lluvia y suéteres al borde de la piscina en uno de los pocos momentos que salió el sol.
Con esta introducción les cuento que nuestra primera escala fue un puerto llamado Dubrovnik al sur de Croacia en la costa Dálmata que pertenece al mediterráneo, esta es una ciudad de antiguas calles, Palacios de piedra, edificios de tipo Veneciano, reconocida por le Unesco en 1979 como uno de los tesoros de la humanidad. Fue fundada en el siglo VII AC por griegos y rumanos, ha sido arrasada por dos grandes terremotos, el ultimo en 1979 y hace poco la guerra de los Balcanes donde los ejércitos yugoslavos y montenegrinos la atacaron inmisericordemente en los años 1991 y 1992, sorprende que este pueblo Croata la haya restaurado hasta el punto de solo dejar carteles donde explicaban los daños a su ciudad y algunas pocas edificaciones sin intervención para que fueran testimonio de la barbarie a la que fue sometida esta ciudad.
El tour que compramos nos llevo inicialmente a un pequeño puerto pesquero pero debido a una pertinaz lluvia nos refugiamos a tomar un café.
Después nos llevaron a un restaurante típico donde nos ofrecieron un pan de grano, queso de la región, jamón y una copa de vino. Es de anotar que todas estas islas mediterráneas por su composición volcánica son propicias para el cultivo de la uva y la producción de muy buenos vinos.
Por último llegamos a la ciudad antigua de Dubrovnik, caminamos sus calles, comercio y nos sentamos en un pequeño y típico restaurante de la ciudad donde nos comimos el mejor pescado que hemos degustado en este viaje.
Las artesanías locales son finos encajes dálmatas, bordados a mano, tallas en madera, artículos de cuero y lana, pinturas y joyería de filigrana. La moneda nacional es el Kuna.
A las 3 de la tarde terminaba el tour por lo que decidimos regresar al barco a pesar de que solo hasta las 5 era la hora límite de poder estar en puerto.
Lo demás en los cruceros es lo tradicional, cena elegante, siempre deliciosa, alguna copa, poca rumba porque este es un crucero para europeos y americanos, viejos y aburridores y la música latina de bailar solo es una horita y muy temprano, media noche a la cama.
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