miércoles, 26 de mayo de 2010

Santorini Burro Taxi



Cuando desperté en la mañana, temprano como siempre y porque debíamos madrugar, estábamos navegando cerca a un archipiélago de islas rocosas, un mar turquesa y cristalino que auguraba llegar a un idílico sitio. Desayuné solo y desde el mirador del restaurante me tocó el ingreso a la isla de Santorini. Todos hemos visto miles de imágenes de islas en Grecia, con casas blancas de techos abovedados, en escarpadas montañas, turistas y esas fueron las primeras imágenes que vieron mis ojos.


Santorini es, en esencia, lo que queda de una enorme explosión volcánica que destruyó los primeros asentamientos existentes, haciendo desaparecer gran parte del territorio de la antigua isla y provocando la creación de la caldera geológica actual. Una gigantesca laguna central, más o menos ovalada, y con unas medidas de unos 12 por 7 km, está rodeada por tres lados por altos acantilados de unos 300 metros de altura. Las pendientes de la isla descienden desde lo alto del acantilado hasta el circundante Mar Egeo. En el cuarto lado, la laguna está separada del mar por una isla mucho más pequeña llamada Therasia; la laguna se une al mar por dos sitios, al noroeste y al sudoeste. Las aguas en el centro de la laguna tienen una profundidad de unos 400 metros, haciendo así posible la navegación de todo tipo de buques. Los puertos de la isla están todos en la laguna, y la capital, Fira, cuelga de lo alto del acantilado, sobre la ladera que desciende hasta la laguna.

Habitada al menos desde el 3.000 a. de C. por los fenicios, tiene su apogeo habitada por los Dorios del 2.000 al 1.550 a. de C., año que interrumpió su desarrollo debido a la tremenda y apocalíptica explosión del volcán. Existe una teoría, según la cual, en Santorini pudo encontrarse la perdida Atlántida. Existen numerosos científicos que así lo afirman. A los griegos al menos así les gusta creerlo.

Lo más bello del día fue la primera visita en la mañana al pueblo de IA, desde donde se dice se puede disfrutar del más bello atardecer, asomados desde el acantilado a las aguas del Egeo. Es un pueblo que conserva toda su tradición y autenticidad de ambiente tranquilo y sosegado, con las casas más bellas de intensos colores sobre la blanca cal, cúpulas, palacios y casas señoriales.

Posteriormente nos llevaron a visitar una bodega de vinos de la región donde degustamos un delicioso vino típico de la región, como vino de consagrar, queso de cabra, chorizo y un pan que parecía piedra pómez.

Terminamos el día en Fira, la capital, el cual es un bello pueblo y bien singular en esta isla del Egeo. Se encuentra construida y asomada sobre el extremo de un precipicio que mira sobre el hueco dejado por el volcán. Este hueco se conoce como Caldera, ahora ocupado por el mar. Tiene un pequeño puerto debajo que esta comunicado con Fira con un funicular o por una larga escala, 600 largos peldaños, que cuenta con el mas particular servicio de taxis, burros o mulos que circulan transportando a los turistas y ambientando con olores y cagajón que hacen este viaje peligroso y el cual por supuesto nosotros hicimos de bajada de regreso al barco.

La belleza de Fira puede deberse al contraste de la roca oscura del lugar con las blancas casitas de una arquitectura única, de casas pequeñas y como salidas de un cuento, sus cúpulas, sus pasajes (estrechos y laberínticos), sus multicolores ventanas y puertas de madera labrada. Destacan sus catedrales, tanto la católica como la ortodoxa y su museo arqueológico.

Muy buen final de este día que llenó todas las expectativas que teníamos de visitar estas típicas e idílicas islas del mar Egeo.

domingo, 23 de mayo de 2010

Kusadasi - Turquía


El segundo día fue todo en alta mar, más exactamente bordeando el mar Adriático, pasando por el estrecho del Bósforo y el Peloponeso. Al día siguiente (3) llegamos a la ciudad de Kusadasi en Turquía.

Esta es una ciudad de 50000 habitantes que recibe más de 3 millones de turistas por año,  su nombre significa "Isla de Pájaros". A 20 minutos de esta ciudad se encuentra la antigua ciudad de Éfeso, muy bien conservada y de los mejores ejemplos que hemos visto de la arquitectura romana. Es una ciudad fundada desde el siglo octavo antes de Cristo, era de bronce antigua, por una antigua nación hitita que se asentó en sus planicies centrales, dos siglos después Alejandro el Magno estableció a los persas. Ha sido una ciudad en constantes guerras y litigios, por los otomanos, después de la primera guerra mundial gran Bretaña y Francia dividieron estas provincias árabes bajo el nombre de la "Liga de naciones árabes" y Grecia invadió todo el territorio, llamado Anatolia, y fue liberado 3 años después de luchas por Mustafa Kemal Pasha, Ataturk. Las fronteras actuales de Turquía fueron reconocidas por el tratado de Lausana en 1923.

Un país de 72 millones de habitantes, vibrante, rico en historia, turismo, comercio y comerciantes que hacen gala de la bien ganada fama de los turcos para el negocio, y el regateo.

Iniciamos el viaje a una montaña cercana donde visitamos la que fue la última morada de la Virgen María, es un sitio de peregrinación muy importante para los turcos, su casita ha sido visitada por los papas en los últimos años y hay toda una historia tejida alrededor del descubrimiento hace unos 130 años. Desafortunadamente nos llovió a cántaros lo que impidió tomar las fotos de rigor y darle la importancia que merece esta visita a lugar tan importante para todos los creyentes católicos. Allí mismo hay un manantial al que la atribuyen propiedades curativas y milagrosas, fue por eso que al inicio del tour nos dieran unas ánforas pequeñas, para que lleváramos de regreso a casa esta agua, por supuesto nosotros lo hicimos.

Esta visita me permitió aportar datos a la teoría de Carlos Posada; un amigo, que asegura que San José era un perezoso de solemnidad, el se apoya para su teoría en la no aparición de ninguna evidencia que dé cuenta de su trabajo como carpintero, como apoyo a su teoría le aporto que en la casa de la virgen no existía un solo mueble, cama, butaco, etc.

Mojados de pies a cabeza nos bajamos en la entrada a la ciudad de Efesos, el cielo presagiaba una lluvia más torrencial que la que acabábamos de sufrir y sin más procedí a comprar dos chompas plásticas, 15 dólares cada una. Chompa puesta y espíritu regocijado y listo para conocer una de las ciudades antiguas más importantes tanto por su importancia para el mundo cristiano como por lo bien conservadas. Fue Efesos una ciudad de 250.000 habitantes, ubicada al pie del mar, mismo que hoy se halla a 8 kilómetros por los continuos deslizamientos de tierra ocasionados por un río que se encargó de sepultar esta ciudad hace miles de años y solo descubierta y restaurada por los austriacos hace menos de 100 años. En Efesos encontramos el templo de Adriano, la biblioteca de Celsio, el camino de mármol, la fuente de Trajano, un magnifico Coliseo para más de 25.000 personas y que aun hoy usan para importantes conciertos. Desde acá escribió San Pablo sus famosas cartas a los Efesios después de ser desterrado por los artistas escultores de diosas y dioses paganos que veían en este hombre a un potencial peligro.  Según la guía, la palabra ADEFESIO surge de una de las cartas a los efesos donde los insta a llevar una vida más espiritual, menos vicios y dejar de estar teniendo relaciones sexuales con sus familiares lo que terminaba en hijos con problemas físicos a los que él denominaba los Adefesios.

De allí nos llevaron a una encerrona ni la macha, nos recibieron en un sitio donde nos ofrecieron una Pizza Turca y un té de manzana, delicioso,  y nos entraron a un salón donde nos hicieron un desfile de productos hechos en cuero de oveja no huelga decir que hermosos y de diseño exquisito y a la salida desembocamos en una enorme tienda. Luz Beatriz se compró un bolso y abrigo hermoso.

Ya al final en el puerto me metí a la tienda más famosa de alfombras turcas y persas, miles de alfombras, técnicas diferentes, precios de verdad muy buenos comparados con los que vemos en Colombia y un turco de aquellos. Terminé comprando dos alfombras muy lindas, el cierre del negocio fue buenísimo ya que el turco jodido este me ofreció un descuento (el lo llamaba una cortesía) de 100 dólares, yo le ofrecí 2.000 menos del precio y se pegó una emputada la berraca, le di la mano, agradecí el café y salí como alma que lleva el diablo; Luz Beatriz se quedó atrasada porque debía calzarse y le llego el gerente de la tienda, yo oía que me llamaban y me hice el bobo hasta que mandaron a un ayudante de la tienda a buscarme. Terminé negociando casi al precio que yo había ofrecido. Uno siente que esto es una película que ellos montan, se hacen los bravos, ofendidos, etc. Pero me sentí bien y pienso que habrá mucha gente que paga lo que ellos dicen.

Me gustó esta ciudad de este país, prometo algún día visitar Estambul, me gustó su comida, su gente, el desorden, su historia y cultura.

Dubrovnik - Croacia


Iniciamos este crucero con la expectativa enorme de conocer sobre todo algunas de las famosas islas griegas y descansar un poco del trajín de todos estos días. Honestamente yo no recordaba haber adquirido suite en el crucero y esto daba algunos beneficios como por ejemplo haber sido recibido con copa de champaña y canapés antes del abordaje y contar con una habitación más cómoda que las otras que hemos tenido en cruceros anteriores y por sobre todo un baño muy amplio incluida una bañera. Otras sorpresas fueron el de estar en un barco muy pequeño comparado con los que zarpan de Miami y la otra, eso pasa por no leer la letra menuda, el habernos montado en un crucero geriátrico, tanto que nos ofrecieron pases de cortesía para los juegos infantiles.

Yo pensaba en un crucero lleno de tangas, tetas al aire (¿esa es la fama en el mediterráneo, o no?), sol, clima un poco mas primaveral, en cambio las tangas son calzones bordo de olla, tetas no al aire sino al piso, lluvia y suéteres al borde de la piscina en uno de los pocos momentos que salió el sol.

Con esta introducción les cuento que nuestra primera escala fue un puerto llamado Dubrovnik al sur de Croacia en la costa Dálmata que pertenece al mediterráneo, esta es una ciudad de antiguas calles, Palacios de piedra, edificios de tipo Veneciano, reconocida por le Unesco en 1979 como uno de los tesoros de la humanidad. Fue fundada en el siglo VII  AC por griegos y rumanos, ha sido arrasada por dos grandes terremotos, el ultimo en 1979 y hace poco la guerra de los Balcanes donde los ejércitos yugoslavos y montenegrinos la atacaron inmisericordemente en los años 1991 y 1992, sorprende que este pueblo Croata la haya restaurado hasta el punto de solo dejar carteles donde explicaban los daños a su ciudad y algunas pocas edificaciones sin intervención para que fueran testimonio de la barbarie a la que fue sometida esta ciudad.

El tour que compramos nos llevo inicialmente a un pequeño puerto pesquero pero debido a una pertinaz lluvia nos refugiamos a tomar un café.

Después nos llevaron a un restaurante típico donde nos ofrecieron un pan de grano, queso de la región, jamón y una copa de vino. Es de anotar que todas estas islas mediterráneas por su composición volcánica son propicias para el cultivo de la uva y la producción de muy buenos vinos.

Por último llegamos a la ciudad antigua de Dubrovnik, caminamos sus calles, comercio y nos sentamos en un pequeño y típico restaurante de la ciudad donde nos comimos el mejor pescado que hemos degustado en este viaje.


Las artesanías locales son finos encajes dálmatas, bordados a mano, tallas en madera,  artículos de cuero y lana, pinturas y joyería de filigrana. La moneda nacional es el Kuna.

A las 3 de la tarde terminaba el tour por lo que decidimos regresar al barco a pesar de que solo hasta las 5 era la hora límite de poder estar en puerto.

Lo demás en los cruceros es lo tradicional, cena elegante, siempre deliciosa, alguna copa, poca rumba porque este es un crucero para europeos y americanos, viejos y aburridores y la música latina de bailar solo es una horita y muy temprano, media noche a la cama.

sábado, 22 de mayo de 2010

Murano


Venecia después de las 10 de la noche es un sitio donde no encuentras nada que hacer, así que descansamos y aceptamos una invitación que nos hizo el hotel para una visita a la isla de Murano, celebre por su trabajo en vidrio. Nos recogió uno de los famosos y hermosos taxis venecianos a 100 metros del hotel, en el camino le exprese a Luz Beatriz que no me gustaba esa invitación, gratis no hay nada y efectivamente esta era una encerrona para venderte trabajo en vidrio, de increíble belleza pero también de precio increíble. Primero nos mostraron como se trabaja el vidrio y después un chaperón te conduce por diferentes salas dedicadas a tendencias en el trabajo o a artistas de renombre. Preguntamos por un jarrón en vidrio el cual tenía un costo de más de 3.000 euros. No fue de ningún agrado el que no compráramos esa pieza ni ninguna otra. Nos regresaron a varios turistas a Venecia y nos dejaron a mas de 35 minutos de caminada hacia el mismo sitio donde nos habían recogido. Estoy seguro que de haber comprado nos dejan en plena plaza san Marcos. Esta considero la segunda cochinada de estos amigos Italianos.

Realmente esta isla esta magnificada en su fama. A su alrededor se ha tejido un halo de ciudad romántica a la cual contribuimos los turistas con los besos apasionados debajo del puente de los suspiros, la música en sus plazas, los matrimonios que celebran en San Marcos, propios y extraños, pero realmente no hay mucho mas. Los canales son pintorescos pero caóticos, malolientes y te hacen espectador de la destrucción de su patrimonio arquitectónico; los gondoleros no son para nada los pintorescos personajes que te pintan en las películas, trabajan a la carrera para hacer el trayecto en el menor tiempo posible y los canales a veces parecen ser las calles llenas de buses de nuestras ciudades, incluido el ruido, agresividad y demás.

Otra persona que conocí la describió como la ciudad mall, llena de tiendas de grandes marcas, artesanías, cafés, restaurantes.

Para salir al día siguiente del hotel rumbo a embarcar en el crucero, contratamos un taxi lancha con un costo de 80 euros. Cuento todos estos datos de precios por si alguien lee alguna vez este blog, pueda hacerse una idea de los costos y no cometa los mismos errores que nosotros.

Atraco en Venecia


Después de organizar la habitación salimos a la plaza san Marcos, de rigor le dije a luz Beatriz que entráramos de una vez a ver la iglesia y el palacio ducal. Nada extraordinario, en restauración que creo es permanente y que después de conocer la basílica de san Pedro y Notre Dame te parece normalita o por lo menos ese fue mi parecer porque a Luz le gusto mucho; de hecho creo que si no le meten la mano se les cae en el primer terremoto fuerte ya que se observan bastantes inclinaciones, hundimientos de piso y grietas.

De vuelta nuevamente a la plaza había mucha gente en tremenda algarabía, nos acercamos y vimos que era el set de grabación de una película y para sorpresa nuestra vimos que  a quien todo el mundo le gritaba era el actor Jhony Deep que saludaba a todo el mundo de mano, firmaba autógrafos, se tomaba fotos. Le tome más de 50, ninguna muy buena pero si quedó registrada nuestra cercanía a este gran actor al que admiro desde que muy joven lo seguía en una serie de televisión de policías jóvenes, es para mí el mejor actor hoy por hoy.  Después nos tomaron el pelo cuando regresábamos del viaje en góndola porque vimos al actor filmando una escena en un yate, medio locos le pedimos al gondolero que nos pasara cerca al yate para filmarlo y tomarle exclusivas fotos, decepción, al estar a dos metros de él vimos que era un doble el que hacia le escena; allí están las fotos de ambos casos.

El día era hermoso, había mejorado desde que llegamos en medio de la lluvia y le dije a Luz que saliéramos de una vez de ese tema, como vas a estar en Venecia y no das un paseo por los canales? Arregle con un gondolero un viaje de 40 minutos por 150 euros y nos llevo por los canales saliendo del gran lago e ingresando por el canal del puente de los suspiros donde al pasar por debajo pides un deseo y le das un beso a tu pareja, obviamente lo hicimos. El paseo es lindo, algunos turistas contratan música y cantantes líricos de poca monta pero en ese momento todo suena bien y lindo, las personas desde los puentes te saludan, toman fotos y te hacen participe por un rato de una historia de amor y romanticismo. No solo observas la gente, miras los canales, ves los daños que el agua ha hecho a esta arquitectura milenaria, te das cuenta del deterioro de fachadas, que los primeros pisos de los edificios aledaños a los canales ya no son habitados porque han sido inundados, el caótico tráfico de góndolas, taxis, transportes de mercancía, igual que en tierra pero más folclórico esta versión acuática.

El viaje pasa rápido, pago los 150 euros, nos tomamos un expreso en un café de la plaza ambientado por un grupo musical: piano, violín, chelo. Estos dos expresos, del tamaño de un dedal cada uno, costaron 22 euros. No habían pasado dos horas y ya habíamos gastado más de 260 euros en esta ciudad y no habíamos almorzado aun.

Al día siguiente nos enteramos que el paseo en góndola por 40 minutos tenía una tarifa de 80 euros sugeridos por las autoridades locales y que si te sientas en un café que tenga música en vivo pagas 5 euros por persona sentada a la mesa. Seguimos tomando café, silbando y cantando "Venecia sin ti" pero en autoservicio.

El resto del día caminamos por esta ciudad donde los mapas pierden sentido, el GPS estorba y te dedicas a ver vitrinas con trabajos hermosos en vidrio, todos con Murano como sello de origen, mascaras venecianas, las vitrinas de las grandes marcas del mundo, orfebrería, marroquinería, cientos de hoteles, restaurantes, cafés, etc.

Me encanta el desorden de Venecia, el asistir a la ciudad donde Casanova instituyo el romance, donde Vivaldi creo sus más grandes obras, los pintores italianos del Renacimiento trabajaron, los mismos de las otras ciudades los cuales fueron bien prolíficos en su trabajo.

La noche la rematamos con una regular cena y la verdad ya la comida italiana nos estaba cansando.

Breve Historia de Venecia


La ciudad de Venecia se extiende sobre una serie de 119 islas que emergen de una amplia laguna situada entre la tierra firme y el mar abierto. Hasta su fundación estaba habitada por unos pocos habitantes ilirios y venetos que vivían sobre el agua de la laguna en palafitos subsistiendo de la pesca y de la extracción de sal.

Su fundación data del año 421. Los habitantes del Véneto, expulsados por los ostrogodos y los lombardos, se refugiaron en estas tierras pantanosas de la desembocadura del río Po constituyendo la ciudad de Venecia.

Su situación "privilegiada" de marismas y aguas pantanosas dio a Venecia una gran independencia respecto de posibles conquistadores. En el año 810 el propio hijo de Carlomagno tuvo que retirar sus naves después de tropezar con los obstáculos que la zona ofrecía a la navegación.

En el siglo VI, el gran general de la época de Justiniano, Belisario, conquistó Venecia. Bajo la protección del Imperio Bizantino pasó a depender administrativamente del Exarca de Ravena. Al frente del gobierno de la ciudad impusieron al Maestro Militar bizantino.

Aprovechando la debilidad del Exarca de Ravena, en el año 697, las familias ricas eligieron el primer Dux, Paololucio Anafesto, con carácter hereditario y vitalicio en un principio y, más tarde, electivo y vitalicio después de numerosas luchas de poder entre las familias patricias.

En el año 829 fue transportado a Venecia, desde Alejandría, el cuerpo del apóstol San Marcos, el evangelista que sería el patrono de la ciudad.

En 976 un incendio destruyó el centro de la urbe, incluido el palacio del Dux, con los archivos de la ciudad y la primera iglesia de San Marcos.

Un hecho importante fue cuando el emperador de Bizancio, por el apoyo que los venecianos le prestaron en su lucha contra los normandos, les concedió considerables privilegios en el comercio con Bizancio. Esta relación fructífera con Bizancio garantizaba el tráfico marítimo y el comercio a Venecia.  El embajador veneciano gozaba ante Bizancio de privilegios exclusivos. Su diplomacia se caracterizo por su sagacidad, flexibilidad y oportunismo. Siguieron comerciando con los musulmanes, incluso tras la prohibición decretada en el Concilio de Letrán (1261).

Venecia expandió su poder con el comercio de las sedas y especias de Constantinopla (la antigua Bizancio) y de Alejandría y les llevaba esclavos, madera, pez de Dalmacia, hierro de la Alpes y paños.  Uno de sus productivos negocios era la compra de esclavos del sur de Rusia para venderlos en el norte de África. También vendía en Europa los que compraba en Alejandría y Turquía.

En el año 1204 comienza el gran apogeo de Venecia al iniciarse la Cuarta Cruzada. Las galeras venecianas al frente del Dux Enrico Dandolo tomaron Constantinopla y el imperio griego fue repartido entre los cruzados y los venecianos. Estos se quedaron con numerosos barrios comerciales de ciudades de Siria, Palestina, Creta y Chipre. Es la época del famoso Marco Polo, símbolo del espíritu veneciano.

Controlado el mediterráneo, las galeras venecianas miraron al atlántico. Amenazando Europa llegaron a Southampton, Brujas y Londres, donde establecieron colonias.

Signo de su apogeo fue la acuñación, en el año 1284, de una moneda de oro, el Ducado, que permanecería tres siglos como uno de los patrones monetario del mundo junto al florín florentino.

La antigua Republica de la Serenísima.

Desde el primer momento, la organización de la república de Venecia se esforzó por evitar que un solo hombre, el Dux, detentara todo el poder. Se estableció una forma republicana de gobierno que no existía en ninguna otra ciudad-estado de Italia. Los patricios estaban decididos a no ser gobernados por cualquiera, especialmente cuando no ayudaba a sus intereses económicos.

La primera imposición se dio en 1148 en la que se obliga al Dux a la "Promesa Ducal", un compromiso que el Dux asume en el momento de su nombramiento. En 1177 las familias le impusieron el “Gran Consejo”, compuesto por miembros elegidos entre las familias de la nobleza, al que seguiría el “Consejo Menor”, compuesto por seis miembros asesores del Dux y la “Quarantia” como Tribunal Supremo.

En 1223 estas instituciones se combinaron en la Signoria, formada por el Dux, El Consejo Menor y los tres dirigentes de la Quarantia. La Signoria era el órgano central de gobierno y representaba la continuidad de la república como se muestra en la expresión: "Aunque el Dux esté muerto, no la Signoria".

En 1229 se constituyó el Senado (denominado Cosiglio dei Pregadi). Estaba compuesto por 60 miembros elegidos por el Consejo Mayor y desde él se dirigía la política exterior y la elección de embajadores. El 10 de julio de 1310 se estableció el Consejo de los diez, organización similar a una policía secreta del Estado, que se hizo muy poderoso y se convirtió en el eje central de la política veneciana.

La combinación de sapientes y algunos otros grupos fue llamado “un collegio” que formaba un poder ejecutivo. Al final del proceso el Dux tenía un poder personal muy reducido, la autoridad era ejercida básicamente por el Gran Consejo, cuyos puestos se convirtieron en hereditarios a partir de 1297.

En la primera mitad del siglo XV los venecianos comenzaron su expansión por Italia como respuesta al poder amenazador del duque de Milán.

Canales venecianos

En 1410, Venecia controlaba la mayor parte de la región, incluyendo ciudades como Verona y Padua, alcanzando más tarde a Brescia y Bérgamo. El mar Adriático se convirtió en el "mar veneciano", cuyo poder se extendía hasta lejanas tierras como Chipre.

La debilidad del Imperio Bizantino le había permitido anexionarse Creta, Eubea y, en 1489, Chipre.

En el siglo XV Venecia era el centro del comercio mundial y la mayor ciudad portuaria del mundo con más de 200.000 habitantes. Los palacios se hicieron cada vez más lujosos, decorados por artistas como Veronese y Giorgione. En esta época Venecia alcanzó su máximo apogeo.

Si la conquista de Constantinopla fue el inicio de su apogeo, su pérdida, en 1453 a manos de los turcos, inicio una galopante decadencia. A ello se unió el descubrimiento de América que desplazó las corrientes comerciales.

Por esa época, el Imperio Otomano se expande por los Balcanes. Venecia se ve amenazada. En 1570 se ve obligada a abandonar Chipre en manos de los turcos. Luego caería Creta y sus últimas posesiones en el Egeo. Firmó la paz con los Otomanos en 1573.

Intentó a través de la Santa Liga, coaligada con la Santa Sede y España, recuperar los territorios perdidos y aunque venció en la batalla de Lepanto no lo logró. (En esta batalla perdió Cervantes su brazo). Además, en la expansión en Italia se enfrentó con el Papa que estaba coaligado con Luis XII de Francia, Maximiliano I de Austria, y Fernando II de Aragón, enfrentamiento del que Venecia se salvo gracias a su diplomacia.

La peste de 1630 acabó con un tercio de la población. El declive de Venecia era manifiesto, los Habsburgo potenciaron el puerto de Trieste en contra de los intereses venecianos. Nápoles a través de la Conjuración de Venecia intentó dominarla. En el siglo XVIII Venecia, sombra de lo que fue, intentó recuperar su antiguo prestigio iniciando una guerra contra Túnez.

La revolución francesa pilló a Venecia sin poder de reacción y los franceses y los austriacos se enfrentaron por su territorio.

En 1797 Napoleón Bonaparte intento aliarse con Venecia y esta se negó. Napoleón descargó su venganza sobre la República Veneciana poniendo fin a trece siglos de independencia. Desvalijó el Bucintoro y se apoderó de todo el oro y objetos de valor. El Bucintoro, barco del Dux, es enviado a Francia donde es utilizado como galera de prisioneros.

El Dux, Ludovico Manin, y el Gran Consejo abdicaron y se formó un gobierno municipal pro francés. El Congreso de Lyon de 1801, convocado por Napoleón, creó en Italia la República Cisalpina, siendo su primer presidente el propio Napoleón, aunque poco después, en 1804, al proclamarse Emperador de los Franceses, asumió el título de Rey de Italia.

Por el tratado de Campoformio, 18 de octubre de 1797, Napoleón cede Venecia a los austriacos.
Italia quedó por primera vez políticamente unificada bajo el dominio de Napoleón y por tratarse de un poder extranjero se desarrolló un alto sentimiento nacionalista italiano.

Nuevos enfrentamientos con los austriacos llevaron a Napoleón a desalojarlos del territorio veneciano en 1805, y tras el Tratado de Presburgo pasó a formar parte del Reino de Italia. Un año después, Napoleón dejó en su lugar a su hermano José Bonaparte.

Derrotado Napoleón, el Congreso de Viena restableció el estatus político previo a la Revolución. Venecia quedó de nuevo en poder de Austria formando parte del Reino Lombardovéneto. Poco después Venecia se separa de Lombardía que había optado por la unión con Italia.

El sentimiento nacionalista era imparable, surgen sociedades secretas que buscan la unidad italiana, como la Secta de los Carbonarios y la llamada Italia Joven de Manzini.

Se producen alzamientos, el ejército austriaco derrota a los revolucionarios en la batalla de Rieti de 1821, restableciendo su poder. El 11 de marzo, ignorando lo ocurrido en Rieti, nuevos alzamientos estallaron en el Piamonte, Turín, Módena y Parma. Tras el alzamiento contra los austriacos se creó una asamblea que votó por la unión de Venecia a Italia. Los austriacos destruyeron gran parte la ciudad y esta se rindió el 22 de agosto de 1849.

La situación se transformó rápidamente en una guerra entre Italia y Austria. Los gobernantes de los Ducados, el Papa y el Rey de Nápoles, terminaron enviando fuerzas para luchar por el dominio de los territorios venecianos. Mientras tanto, los austriacos eran apoyados por la Santa Alianza (Prusia y Rusia). Por el tratado de Viena 1866 se restablece la paz entre Italia y Austria, Austria renunció a Venecia a cambio de una indemnización.
Por último, se firmo el Tratado de Venecia de 19 de octubre de 1866, por el que Austria cedía Venecia a Francia y esta a su vez a Italia.
Tras un plebiscito Venecia entró a formar parte definitivamente de Italia.