Era la cena de homenaje que nos tenían a los invitados de Colombia, protocolo puro, no me quiero imaginar a Reyes en estas. Mesa redonda, mujer auxiliar a cada lado de uno y empieza un concierto de pequeños platos, esa es la costumbre china, mucha variedad de pequeños platos todos de comida inidentificable.
Desde antes de salir de Colombia habia prometido que no comia cosas raras. Lo primero fue unos pequeños pedazos de carne, seca, dos variedades. Una de ellas era una lonchita como buena, la otra un trozo de carne con un hueso, seca la carne seco el hueso, tuve que hacer 20 mil malabares para sacarme ese hueso hijueputa y esconderlo en el plato. Chinos 1, Gustavo 0
Después una sopa clara, con una baba espesa encima y yerbitas adentro, por el protocolo y la verguenza de la carne con hueso, tocó mandarse la sopa, al primer bocado me expliqué el porque de tanto gargajo, estos chinos no pierden media. Sopa picante, hasta medio sabrosa pero ya el estomago me empezó a gruñir. Chinos 2, Botero 0.
Para esta altura del partido mi compañero de aventuras me tenia piedro, llega sin regalos, sin tarjetas y todo se lo comía este guevón, el que estaba quedando mal era yo.
Llegó el arroz, pensé que nos iban a dejar descansar del arroz, pero nada, aunque en esta oportunidad lo valoré inmensamente y tuqui, me lo mandé todo. Chinos 2, Botero 1
Llegaron mas verduras, inidentificables, Chinos 3, Botero 1.
Llegaron dos camarones inmensos, abiertos en su cascara y hechos al horno parecia con aceite cebollín picado por encima. Lo primero que pense era si eso si era un camaron o podría ser un gusano gigante pero saqué mi casta paisa y me mandé ese bocado que por demás estaba delicioso. En ese momento pensé que todo mejoraba y que la cultura culinaria china no me iba a atropellar. Chinos 3, Gustavo 2.
Cuando a lo lejos veo aparecer las chinas, cada una con un plato en la mano. De lejos parecia ser un postre de chocolate y pensé que este tormento habia terminado, mentira. Apareció un muslo inmenso, hueso inmenso, rematado con papel de aluminio, inmediatamente me acordé de los picapiedra pero con la diferencia de que esta carne era negra. Negra, seca. Empiezan los elogios de los anfitriones para su plato principal y de Mr. Diplomacia al sabor exquisito de ese plato. Yo si pregunté que era y me contestaron que Carnero y pense para mis adentros si esos chinos pensaban que fuera de Sudaco era también Guevon. Total le di dos o tres mordidas y ya explicando que estaba mal del estomago lo que era verdad porque ya im estomago rugia y todo el mundo lo escuchaba. Chinos 50, Gustavo 2, ese gol fué de chalaca.
A la salida me explicó la chanda de Mauricio que eso debia haber sido un dalmata y yo juro que sí o la mano de un mico o alguna mierda de esas raras. A los 5 minutos tenia una diarrea la berraca. El unico consuelo es que les dejé ese baño cagado y chisguetiado por todas partes.