Estoy sentado al pie de un antiquísimo molino de viento, viento frio, mañana soleada tímidamente, viendo viejas cúpulas de iglesias y viejos habitantes que deambulan a pie o en bicicleta, turistas que no sabemos si admirar esta bucólica belleza, envidiar esta tranquilidad suicida o extrañar nuestro asombroso caos diario y mundano.
lunes, 11 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)